El barrio de San Bruno en Xalapa, es una publicación que pongo a su disposición a partir del mes de Septiembre del 2012, con la intención de dar a conocer la riqueza social, cultural e histórica que el barrio de San Bruno brinda no sólo a la Ciudad de Xalapa, sino a todo el estado de Veracruz..
Mención aparte merece la extinta Fábrica de San Bruno, donde se dieron toda una serie de hechos sociales, en los que hoy por hoy constituyen nuestro máximo legado histórico que dieron nuestros obreros textiles; por pocos conocida y ocultada por los intereses trastocados.

domingo, 2 de febrero de 2025

Oncena Numancia y Oncena San Bruno: El Legado Deportivo y Social de Xalapa

Ignacio Lara Hernández.

En el año 1916, junto a la histórica hacienda "Molino de Pedreguera", un campo llanero acondicionado para la ocasión fue testigo de un vibrante encuentro de fútbol: la "Oncena San Bruno" de la Zaldo Hermanos y Cia.  contra la "Oncena Numancia" que albergaba a los mejores jugadores de la comunidad española en Xalapa.  

El campo de la antigua hacienda fue el escenario de este enfrentamiento, donde la herencia española y el amor por el fútbol se entrelazaron, dejando una marca indeleble en la historia deportiva de la región. Este partido, más que una simple contienda, se convirtió en un símbolo de la perseverancia y la camaradería entre estos jóvenes españoles que buscaban, en el juego, un espacio de unión y orgullo, sin pensar que, con este simple y único hecho, introducían actividades como el fútbol, que tuvieron un impacto duradero en la sociedad xalapeña y que marcaron el inicio de este deporte en la región, convirtiéndose en un punto de encuentro para la comunidad local.

1]Desde 1908, por lo menos, el futbol se jugaba entre “golpes, empujones y patadas”, sin tácticas ni técnicas, en unos improvisados terrenos cercanos al malecón, ganados al mar durante las obras del puerto inauguradas seis años antes. Ese año los hermanos Ángel y Mariano Rivera Mingo y Bernardo y Juan Casanueva Balsa, hijos de acaudalados comerciantes españoles, regresaron a Veracruz, su ciudad natal, luego de haber estudiado unos años en Europa (Inglaterra, Suiza y España), donde habían conocido y practicado el balompié, pues éste, entre otros deportes, formaba parte de la educación impartida en la mayoría de los colegios del Viejo Mundo. De inmediato los hermanos Rivera y Casanueva promovieron el singular juego entre los empleados de las casas Zaldo y Balsa, donde aquéllos se incorporaron a trabajar, respectivamente

Este impulso al fútbol tuvo un impacto duradero en la sociedad veracruzana y marcó el inicio de este deporte. La Oncena San Bruno, perteneciente a la Compañía Zaldo, destaca como uno de los equipos formados en esta época, consolidando el fútbol como un punto de encuentro y camaradería para la región de Xalapa.

Y es que los españoles que llegaron a México, especialmente en los siglos XIX y XX, jugaron un papel crucial en diversos aspectos de la vida económica, social y cultural del país. En el caso específico de Xalapa y la Fábrica de San Bruno, su importancia es enorme, pues contribuyeron a modernizar los procesos productivos y a establecer dinámicas laborales que influyeron en el desarrollo económico del estado de Veracruz.

Por otra parte, muchos de los hombres que integraron estas dos "oncenas" y que lucen todavía muy jóvenes en las fotografías, con el tiempo se convirtieron en pilares importantes de la sociedad xalapeña y del estado de Veracruz, alcanzando puestos clave en diversos ámbitos, desde la política hasta el comercio y la cultura. Algunos de ellos jugaron un papel en la organización y gestión de los trabajadores. Sin embargo, también enfrentaron movimientos laborales que exigían mejores condiciones de trabajo, un capítulo importante en la historia obrera de Xalapa y de nuestro país.

No podemos olvidar a las hermosas madrinas que, con su elegancia y simpatía, acompañaban a los jugadores. Las madrinas, con su presencia, sumaban un toque de distinción a las jornadas deportivas, creando un vínculo emocional entre los jugadores y la comunidad. Su rol era esencial, ofreciendo una dosis de motivación y de orgullo, que iba más allá de los goles y las victorias.

Sin duda alguna, estas mujeres se convirtieron en pilares de muchas familias. Madres amorosas que, con su dedicación y fortaleza, moldearon a las futuras generaciones de nuestra hermosa ciudad de Xalapa.







Ahora, haciendo uso de la magia de la IA (Inteligencia Artificial), le pedimos que relate una jugada de gol con la que nos transportaremos a este imaginario instante del pasado.

Un Encuentro Épico en el Molino de Pedreguera.

Al medio día el campo llanero se iluminaba con la intensa luz del sol. A un lado de la hacienda Molino de Pedreguera, cerca de la bulliciosa Xalapa, se enfrentaban dos oncenas conformadas por inmigrantes españoles: Numancia y San Bruno. Las gradas, improvisadas con troncos y ramas, estaban repletas de aficionados que ondeaban banderas y coreaban cánticos.

Entre las espectadoras destacaban las madrinas. Ventura Palenque, Gabriela Cuspinera y Petra Rueda, por parte de San Bruno, eran la envidia de muchas. Sus vestidos coloridos y sombreros adornados con flores contrastaban con la rusticidad del lugar. Del lado de Numancia, Carmen Sierra, Amalia Castagne y María del Carmen Negrete no se quedaban atrás, luciendo igual de elegantes y apasionadas.

El balón, un cuero cosido a mano, era pateado con fuerza por los jugadores. Víctor Tobalina, Félix García y Genaro Yáñez, de Numancia, desplegaban un juego vistoso y técnico. Pero San Bruno no se quedaba atrás. José Medina, Simón Conde y el temible "Kayser" Ricardo Rodríguez, con su habilidad innata para driblar, mantenían a raya a sus rivales.

El partido era una lucha constante por el dominio del mediocampo. Cada jugada era celebrada con efusividad y cada falta protestada con vehemencia. Las madrinas, desde sus lugares privilegiados, incitaban a sus equipos con gritos y aplausos.

Y llegó el momento cumbre. Un balón largo, preciso como un flechazo, encontró a Ricardo Rodríguez desmarcado en el área. Su hermano José, guardameta de San Bruno, observaba la jugada con una mezcla de esperanza y temor. Severino Cortizo, de Numancia, intentó frenar la arremetida de Ricardo con una barrida desesperada, pero fue en vano. El balón se coló en la red, desatando una euforia indescriptible.

Ricardo corrió hacia su hermano José; ambos se unieron en un abrazo cargado de emoción. Sus compañeros los rodearon entre gritos de alegría. Las madrinas de San Bruno saltaron entusiasmadas, mientras que las de Numancia, aunque desconsoladas, no pudieron evitar reconocer la belleza de ese gol.

Al final del partido, los jugadores se reunieron en el centro del campo, extenuados pero felices. Habían dejado todo en la cancha, demostrando que el fútbol era mucho más que un simple juego: era una pasión que los unía, una forma de expresar su identidad y de sentirse parte de una comunidad.

Escudos inspirados en Inteligencia Artificial.

ACLARACIÓN: Es importante señalar que lo anterior es una recreación ficticia, producto de la imaginación, que busca transportarnos a un instante histórico y evocador de cómo pudo haber sido un enfrentamiento entre estas legendarias oncenas.


Fuentes: 1] Personajes populares de Veracruz. Luis de la Fuente, El Pirata. Futbolista que se hizo leyenda. Horacio Guadarrama Olivera / coord. y pról. de Félix Báez-Jorge ; ed. de la Comisión Organizadora del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional y del Centenario de la Revolución Mexicana. – México : Gobierno del Estado de Veracruz, Secretaría de Educación del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana, 2010

IA.- Chat GPT.

Las fotografías que ilustran este artículo han sido generosamente proporcionadas por un colaborador del Blog del Barrio de San Bruno en Xalapa.  

 





sábado, 9 de noviembre de 2024

Cien años de historia: La voz de San Bruno resuena de nuevo.

 Himno a los “Mártires del 28 de Agosto de 1924”.

Ignacio Lara Hernández.


En el corazón de Xalapa, entre los recuerdos y las luchas que forjaron al barrio de San Bruno, el 28 de agosto de 2024 fue una fecha especial. Ese día, en el marco del Centenario Luctuoso un momento cargado de historia y respeto tuvo lugar en la exfábrica de San Bruno: el himno a los “Mártires del 28 de Agosto de 1924” fue interpretado por el coro de la Universidad Veracruzana. Pero esta interpretación fue el resultado de un proceso lleno de anécdotas, emociones y conexiones inesperadas que han unido generaciones.

Recordemos que hace algunos años la letra del himno fue recuperado de los archivos de algunos habitantes del barrio, pero su música ya no la hemos podido ubicar. El que se interpretara el himno en el evento luctuoso, fue una solicitud de los vecinos y contó con la aprobación inmediata por parte del Secretario Académico, el maestro Juan Ortíz Escamilla, quien llevaba indicaciones precisas del Rector de la Universidad Veracruzana, el Dr. Martín G. Aguilar Sánchez, de apoyar y sumarse a las actividades dentro del marco del aniversario luctuoso.

Días antes del centenario, recibí una llamada del maestro Arturo Castillo García. La Universidad Veracruzana le había encargado hacer el arreglo oficial del himno, pero había un detalle: el audio y video de referencia no tenían el ritmo ni la entonación correctos. Con humildad y gran amabilidad, el maestro Castillo me pidió que le interpretara la tonada para poder capturar su esencia. La preocupación se notaba en su voz, ya que faltaban pocos días para el centenario luctuoso y aún no había podido escribir nada. Tomé una guitarra, un regalo de mi tío ya fallecido, y con esa herramienta cargada de memorias familiares le canté el himno a través del teléfono, haciendo a un lado la pena de mi corta voz.

El maestro Arturo, elocuente y cordial, me escuchó atentamente. Su conexión con el barrio de San Bruno era mayor de lo que esperaba: en sus palabras, recordaba las múltiples veces en que ensayó en el antiguo edificio sindical, en aquellos días en que la música en San Bruno vibraba bajo la dirección del inolvidable maestro Mateo Oliva, una leyenda en todo Veracruz. Pues recordemos que la orquesta de música popular rentó por muchos años uno de los salones de ese edificio. Así que al saber que nuestro barrio y su historia eran tan familiares para él me dio una gran tranquilidad, porque comprendía el valor simbólico de este himno.

Al finalizar nuestra llamada, el maestro Arturo me preguntó quién era el autor de la pieza, y le respondí que era anónimo, una obra sin dueño pero con una resonancia que pertenecía a todos. Le di libertad total para realizar los arreglos que considerara correctos, sabiendo que quedarían para siempre como el arreglo oficial del himno

El 28 de agosto del 2024, cuando el coro de la Universidad Veracruzana entonó el himno frente a la exfábrica de San Bruno, las voces se elevaron como un tributo eterno a los “Mártires del 28 de Agosto de 1924”. La música fue el eco de sus sacrificios y, al mismo tiempo, un puente entre generaciones.

Han transcurrido ya más de dos meses del Centenario Luctuoso y el 4 de noviembre pasado, recibimos el arreglo oficial del himno en uno de los edificios de Rectoría en Xalapa, fue un momento sencillo pero profundo. El himno que tantos esperábamos escuchar nuevamente, había encontrado su forma definitiva.

Lo que comenzó con una reunión con maestros y maestras de la Universidad Veracruzana y una llamada telefónica, se transformó en un homenaje poderoso para el barrio de San Bruno y su historia, asegurando que el espíritu de esos mártires, de nuestros antepasados y de nuestra comunidad, perdure por siempre.





sábado, 2 de noviembre de 2024

"Don Paco y Don José Rodríguez Fano: La Realidad Detrás del Personaje en Mezclilla".

Fragmento de Mezclilla de Francisco Sarquís.

"Daban las seis; los obreros apiñados atravesaban el portal de la fábrica y dirigían sus pasos al reluciente salón de sesiones. Siempre los habían llamado así. Hacía mucho tiempo que servía para eso, aunque raras veces se abría, pero ahora, desde que los nuevos amigos habían llegado, todo cambiaba, hasta don Francisco, el flaco “gachupín”, trocaba su neurastenia en carcajadas ruidosas y en continuas guasas. Era el administrador, servidor directo del capitalismo, pero le gustaba oír a esos muchachos alegres que transformaban en algarabía estruendosa la vieja quietud de la fábrica. Él estaba con ellos, pero respondía ante la Compañía Caldo Hermanos de la buena marcha de la fábrica. ¿Y qué? La fábrica marchaba bien. Él cumplía. Primero lo vieron con malos ojos, pero la duda se disipó en los espíritus francamente inhostiles. Y don Paco fue más querido que antes.
Los antiguos miembros del GOC observaron con extrañeza la anomalía de don Francisco. ¿Era un espía? ¿Un farsante? O sinceramente sentía lo mismo que ellos. Pero al ver el buen trato, las insinuaciones de aliento, los propósitos de fe, los obreros de San Blas llegaron a la conclusión que el “gachupín” también era de los suyos". PP. 79 y 80

La realidad detrás de don Paco.

En la novela Mezclilla de José Sarquís, el personaje don Paco parece ser solo un administrador español, un “gachupín” con fama de neurótico. Sin embargo, aquellos familiarizados con la historia local reconocerán en él a una figura real: don José Rodríguez Fano, uno de los nombres ligados a las fábricas y al movimiento obrero de nuestro barrio, San Bruno.

Este fragmento en Mezclilla nos transporta a una época crucial para la clase trabajadora, donde los obreros, con sus miradas desconfiadas pero llenas de esperanza, iban transformando los espacios y relaciones en la fábrica. La historia recrea el momento en que “los nuevos amigos” llegan y convierten el rígido salón de sesiones en un lugar de algarabía y esperanza, y como poco a poco, don Francisco, o en realidad don José Rodríguez Fano, empieza a mezclarse entre ellos.

Rodríguez Fano, como otros administradores, tenía la responsabilidad de responder ante los dueños de la Compañía Caldo Hermanos. Sin embargo, algo en la energía y la fe de los trabajadores fue haciendo mella en su carácter. En lugar de ser una figura de distancia y recelo, comenzó a ser visto con simpatía e incluso como uno de “los suyos”, un cambio que hizo que su imagen de administrador capitalista tomara un tono más humano y empático ante los ojos de los trabajadores de San Blas.

Don José Rodríguez Fano (al centro y de traje).



La transformación de Rodríguez Fano en don Paco en Mezclilla no solo añade una capa de realismo a la novela, sino que también rescata la historia de una figura que formó parte de la comunidad obrera. Es una mirada que nos recuerda cómo la literatura puede entrelazar ficción y realidad, creando personajes que no solo nos narran una historia, sino que nos ayudan a comprender mejor el pasado de lugares como el barrio de San Bruno, con sus luchas, sus mártires y sus transformaciones.

¿Quién era realmente don José Rodríguez Fano? Tal vez nunca sepamos todo de su vida o intenciones. Pero Mezclilla nos da una pincelada de cómo el trabajo, las alianzas y la fraternidad en la fábrica fueron creando un sentido de unidad, uno que quizás aún vive en la memoria de aquellos que recuerdan estos relatos.





domingo, 6 de octubre de 2024

Una Historia de Valentía y Resiliencia en San Bruno: Ricardo Sánchez Esparza y el Legado de su Abuela.

En el corazón del Barrio de San Bruno, las historias de lucha y resistencia se entrelazan con los recuerdos de generaciones. Hoy quiero compartirles una de esas historias, la de nuestro querido vecino y amigo, Ricardo Sánchez Esparza, cuya vida está marcada por el legado de sus abuelos, quienes enfrentaron tiempos difíciles con gran valentía.

Enrique Vásquez, el primer esposo de la abuela de Ricardo, fue uno de los obreros asesinados durante la fatídica manifestación del 18 de marzo de 1931 en Xalapa. Aquel día, los trabajadores textiles alzaron sus voces por mejores condiciones laborales, pero la represión no tardó en hacerse presente. Enrique fue uno de los dos obreros que perdieron la vida en esos trágicos eventos, dejando atrás a su esposa y dos hijas en la orfandad.

A pesar del dolor, su abuela no se dejó vencer. El sindicato textilero de San Bruno, reconociendo su situación, le otorgó la plaza que ocupaba Enrique en la fábrica, permitiéndole sacar adelante a sus hijas. Con una fuerza inquebrantable, continuó trabajando y más adelante, en la misma fábrica, conoció a Francisco Esparza, otro obrero comprometido. Juntos formaron una nueva familia, y Francisco se convirtió en el abuelo de Ricardo Sánchez Esparza.

Hoy, Ricardo no solo es parte activa de nuestra comunidad, sino que también encabeza, junto a otros vecinos, la organización de eventos emblemáticos como la "Carrera Atlética de San Bruno" y la de "Los Mártires del 28 de Agosto de 1924", que se han convertido en una tradición del barrio. La historia de su familia es un testimonio vivo de la resistencia y la unidad que caracteriza a San Bruno. Es un recordatorio de cómo nuestras raíces y el esfuerzo de nuestros antepasados siguen presentes en nuestras vidas.

¡Gracias, Ricardo, por compartir esta historia tan especial con todos nosotros y por continuar fortaleciendo el espíritu de nuestro querido barrio de San Bruno!


Nuestro agradecimiento al maestro Ángel Rafael Martínez Alarcón por el video y la entrevista realizada a nuestro vecino Ricardo Sánchez Esparza el día 28 de agosto del 2024.

domingo, 15 de marzo de 2020

“Cuando se fortalece la fe, se fortalece la vida familiar”: Párroco de San Bruno.

Inocencio Castañares.


Padre Gabriel Tejeda Castro. Párroco de San Bruno. 

Se dice que lo que posees es lo que das y el mejor ejemplo de ello fue la plática que tuvimos con el presbítero Gabriel Tejeda Castro, párroco de San Bruno desde el 3 de febrero de 2017.

En este encuentro nos obsequió un pensamiento:

“Cuando se fortalece la fe, se fortalece la vida familiar”. Hay capacidad de perdón, no hay intereses individualistas, existe la solidaridad. Abundó.

Su estancia ha sido fructífera en descubrir el aspecto de una educación religiosa muy firme de la feligresía de la parroquia, verbigracia cita que la casa de oración nunca está sola, siempre hay alguien a cualquier hora, sea de día en la noche y en la madrugada.

Toma también el ejemplo de Lupita, quien a sus 75 años imparte el catecismo durante hora y media. Su grupo es parte de un universo de 300 niños de la parroquia. No sin cierta satisfacción relata que la gran mayoría de estas esperanzas alentadoras acuden con un poco de arroz, azúcar, etcétera, como colaboración para gente pobre; destaca que la ayuda no parte de un fraccionamiento, sino que son personas sencillas.

Otro ejemplo de esta solidaridad es que un grupo de 20 personas muy humildes, viajaron a Roma e Israel patrocinados por la gente de la comunidad. Apunta, como dato curioso, que cuando llegaron al hotel “Rey David” y en el restaurant los atendieron meseros hasta con corbata de moño y charolas con champagne además de caviar.

Vale la pena mencionar en este renglón, a doña Teo, que es pepenadora, en la noche acude unos momentos a velar en el edificio antiguo, al terminar “espulga” en el bote de la basura y con lo que encuentra – un rollo de cartones – continúa su andar cotidiano.

Aquí brinda definiciones: es una parroquia con una riqueza humana muy grande y con identidad que le da fortaleza espiritual como resultado de su cohesión de barrio.

Otro tópico que toca es que en un recorrido que realizó por el edificio de la fábrica de San Bruno, se percató de un espacio lamentablemente desperdiciado; aquí refleja la ansiedad de aprovecharlo mejor.

Tan basto panorama no se alcanza a acortar tan fácilmente, por lo que incita a la acción con los puntos siguientes:

  1. Difusión. Todo el que tenga interés colabore con la iglesia y con este medio para su divulgación.
  2. Identidad. Las bases están puestas y toda obra humana es perfectible
  3. Espacio. Aprovechamiento de la ex fábrica.
  4. Valores. Con lo material y espiritual debemos convertirnos en caja de resonancia de este importante renglón.
Recordar por último la falta de incidentes en el barrio, lo que ha permitido la participación. Esto lo ha constatado la feligresía que asiste a velar el Santísimo en la madrugada.

Parroquia de San Bruno.


sábado, 22 de febrero de 2020

El Mártir de la Revolución Social: Horacio H. León.


Rumbo a los 100 años del Sindicato de Panaderos de la Ciudad de Xalapa.

Ignacio Lara Hernández.

Cadaver de Horacio H. León.

De todos los miembros del Sindicato de Panaderos de la ciudad de Xalapa, hay uno que por lo doloroso de su partida y su activismo sindical, ha traspasado la barrera del tiempo. Y es que a 94 años de haber sucedido aquellos hechos violentos, Horacio H. León aún es recordado cada año por todos los integrantes de su gremio.

Fue un asesinato que cimbró a la clase obrera y campesina de su época, marcando con extrema dureza el carácter de sus compañeros. Un obrero panadero que pagó con su vida la defensa de los nacientes derechos laborales de nuestro país, imprimiendo para siempre con sangre la dolorosa ruta hacia la emancipación.

En el libro "Pequeña biografía del grandioso sindicato de obreros panaderos de la ciudad de Jalapa, Enriquez; Veracruz”, así describe a Horacio H. León:

“Cabe decir que: Horacio León era un gran idealista y organizador e iniciador por la formación de la Federación de Obreros Panaderos del Estado, en la cual quedó unificado todo el elemento panificador del Estado de Veracruz, que luchó por el mejoramiento intelectual y económico Legislando Estatutos y Reglamentos que rigieran a sus sindicatos en Pro de la cultura de los obreros y moralización de los mismos...”

Y es que Horacio, según narra el mismo libro, fue uno de los más destacados organizadores del gremio de panaderos. Un insigne luchador social que combatió con facilidad de palabra y defendió con la carabina los intereses de los trabajadores en peligro. Asimismo, se encargó de formar grupos culturales y deportivos. 

“… formó un grupo cultural 1° de mayo en donde se formó un cuadro de artistas panaderos, que diera renombre al Sindicato con sus esfuerzos. Así como una orquesta típica de cuerda dirigida por el profesor Francisco Gómez, una cuadrilla de toreros, una novena de béisbol, un conjunto coral formado por obreros panaderos; para cualquier cambio de comité que lo solicitara, y alcanzaba mucho éxito cuando se presentaba”.

Muchos de los ideales de Horacio León se vieron realizados cuando nace el Instituto Obrero Nocturno, pues acercar la instrucción a los trabajadores era uno de los principales objetivos de su gremio.

“…nace el Instituto Obrero Nocturno, por acuerdo de un Consejo Federal de la Federación de Trabajadores de la Región Xalapeña, propia para trabajadores y compañeros desmanchadores de café que eran numerosas o mejor decir varios sindicatos, al igual que las compañeras tortilleras y molineras, el Sindicato de profesores se puso al frente del Instituto para obreros, sin ningún horario, pues con eso demostraban su solidaridad para con los trabajadores. El propio Sindicato de Panaderos tuvo profesores especiales en su Sindicato, instruir a los panaderos, todo era entusiasmo y gozo”.

Los sindicatos de aquella época le demostraban al gremio de panaderos su solidaridad y admiración, pues hasta la Liga de Comunidades Agrarias del estado los felicitó por sus logros alcanzados. ¡Vivir para ser Libres, o Morir para dejar de ser Esclavos!, fue el lema de aquel sindicato que muy pronto pagó con sangre la osadía de haber apoyado a sus compañeros en situaciones adversas.

Un ejemplo de esto fue lo sucedido la mañana del 28 de agosto de 1924, día en que fue “asaltada” la fábrica textilera de San Bruno y en el que Fidencio Ocaña, miembro del Sindicato de Obreros Panaderos de la Ciudad de Xalapa quien a esa hora se dirigía a entregar el pan, fue asesinado a tiros y a puñaladas.

“El día 28 de Agosto de 1924, siendo las 9 de la mañana penetraron en grupos armados por varios lugares de la congregación las hordas comandadas por los criminales cabecillas, Cruz Arenas, Miguel Ángel Alarcón y David Franzoni, con el fin de asaltar la Fábrica y segar la vida de los compañeros que se habían distinguido defendiendo siempre el derecho de clase, creyendo que con esta hazaña terminaría el Movimiento Obrero de este lugar”.


Aquí cabe señalar que tres años antes de los acontecimientos acaecidos en esa factoría, el sindicato de panaderos de la ciudad de Xalapa se constituía con la ayuda del ya bien establecido sindicato textilero de San Bruno y del que Fidencio Ocaña, formó parte de su primer comité directivo (12 de mayo de 1921). Motivos suficientes para que un grupo de compañeros liderados por Horacio León, se trasladara a ese sitio para tratar de auxiliarlos.

Acta de asamblea de la "Unión Gremial de Panaderos de Xalapa". Jalapa Enríquez a 12 de mayo de 1921.
Horacio H. León, quien a la postre sería recordado como el Mártir de la Revolución Social, perdió la vida en la ciudad de Xalapa un 25 de noviembre de 1925. Fue velado en el Teatro Lerdo de Tejada, lugar donde recibió un homenaje póstumo que le rindió la Federación de Sindicatos de la Región de Xalapa, sindicatos campesinos y pueblo en general estuvieron presentes con sus ofrendas florales, signo inequívoco de la gratitud.

 “…el 25 de Noviembre de 1925, el compañero Horacio H. León, se dirigía a su casa después de una Sesión Ordinaria del Sindicato, cuando ya lo esperaban los sicarios a sueldo de los eternos enemigos de los trabajadores; su casa situada en la calle 3ª de Azueta, allá estaban ocultos los sicarios dándole muerte a este compañero”.

Funeral del "Mártir de la Revolución Social" Horacio H. León. Panteón de Palo Verde. Xalapa, Ver., México. Nov. de 1925. 

HOMENAJE                                      CROC
 AL MÁRTIR DE LA
 REVOLUCIÓN SOCIAL
 COMPAÑERO HORACIO LEÓN
DEL
SINDICATO DE OBREROS PANADERO
DE LA CIUDAD DE XALAPA, VER.
+  25 DE NOVIEMBRE 1925
XALAPA,VER. 12 DE MAYO 2001.


- Pequeña biografía del grandioso sindicato de obreros panaderos de la ciudad de Jalapa Enríquez, Veracruz.  Año 1971, págs. 6 y 7.
- Cartel alusivo al manifiesto: "Loor eterno a los Mártires del 28 de Agosto de 1924”. Agosto de 1990. shorturl.at/dMR23 
- Fotografías proporcionadas por el Secretario General del Sindicato de Panaderos de la Ciudad de Xalapa, Sr. Martín Rafael Fortis.


Otras entradas:

-Asesinato del Camarada Julio V. Cruz (1928).  shorturl.at/ipsuA
-Un sindicato hermano: Panaderos de la Ciudad de Xalapa. shorturl.at/vCLUV